Otra día complicado por la lluvia se presentaba el Martes Santo, pero con el tiempo cambiante las nubes desaparecieron y las hermandades prestas y dispuestas decidían salir, exceptuando la de la Defensión.
Viendo los programas de televisión, informaron de que las Cofradías realizarían sus respectivas Estaciones de Penitencia, por lo que salí, lo más rápido posible para buscar a Bondad y Misericordia, bajaba por la Avda. del Amontillado y se acercaba a la Parroquia de Santa Ana, iba con un andar rápido, para acercarse al centro.
Unos metro más hacia adelante, venía caminando la Salvación que al igual que la anterior iban a pasar por vez primera por la Carrera Oficial. La cofradía andaba con ligereza y con gran alegría, destacar que cambió el recorrido para no perjudicar al resto de cofradías.
Después me marché a mi barrio el de San Benito, para contemplar el paso de la Clemencia, caminar ligero por las calles del barrio que la vieron dar sus primeros pasos.
A continuación, me dirigí hasta la Capilla del Cristo de Expiración, y por la cuesta venía el Señor de la Salud, acompañados por la gente de su barrio. también acortaría su recorrido.
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Justo después caminé hasta la Plaza de San Juan, para contemplar a la cofradía del Amor, el Señor Cautivo siempre acompañado de un sinfín de oraciones por parte de los fieles y tras Él, el Calvario del Cristo del Amor.
Justo después me dirigí, a ver a los Judíos de San Mateo, cofradía que tenía plantada su Cruz de Guía a unos metros de la Iglesia de Santiago, el Señor realizando un saludo en la Basílica de Merced y cuando fui al encuentro de la Virgen del Desconsuelo, cual es mi sorpresa que estaba a la espalda del Templo de San Mateo, a mí me parece que había mucha distancia de separación, pero es la forma de andar que tiene cada uno.
Todo fue bien hasta cuando la hermandad de la Salud iba a realizar su salida de la Santa Iglesia Catedral, que fue el comienzo de una fuerte lluvia que duró unos horas.
Todo esto hizo que las cofradías de Bondad y Salvación aligeran su paso hasta llegar a sus templos y la Clemencia tuvo que refugiarse en San Marcos, una vez pudo salir, se refugió en la Capilla del Colegio de San José.
La Salud, Cristo del Amor y el paso de misterio del Señor de las Penas se refugiaron en la Catedral y la Virgen del Desconsuelo hizo lo propio en el Convento de Santo Domingo.
Entorno a las 1:30 de la madrugada del Miércoles Santo, estas cofradías cogieron por el recorrido más corto hasta llegar a sus Templos.
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