Los diáconos permanentes de Asidonia-Jerez celebran a su patrón San Esteban con especial atención a los once aspirantes en formación
“Dios ha tenido Misericordia con vosotros por medio de la llamada
que os ha hecho; ahora os toca a vosotros, en medio de este mundo, irradiar esa
misericordia recibida”, les ha dicho monseñor Mazuelos en la Eucaristía de la
parroquia de Ntra. Sra. de Fátima
M.C.S.- Los diáconos permanentes han
festejado a su patrón, San Esteban mártir, en una celebración que, en la
parroquia de Nuestra Señora de Fátima y acompañados tanto por sus esposas como
por sacerdotes compañeros en el clero que han concelebrado, ha reunido a los
once aspirantes que en estos momentos se forman para incorporarse a este servicio
a la Iglesia.
Monseñor José Mazuelos ha
presidido la ceremonia, los ha alentado en la labor que prestarán en
Asidonia-Jerez y ha entregado un crucifijo a los seis futuros diáconos
permanentes que en estos momentos están en segundo curso. “Dios ha tenido
Misericordia con vosotros por medio de la llamada que os ha hecho; ahora os
toca a vosotros, en medio de este mundo, irradiar esa misericordia recibida”,
ha dicho.
El Diaconado Permanente,
restablecido por el Concilio Vaticano II en armonía con la antigua tradición
que enlaza con Esteban, el primer diácono, ha ido conociendo un fuerte impulso
y ha producido frutos prometedores en favor de la urgente obra misionera de la
nueva evangelización. Los ministerios de la liturgia, la palabra y la caridad
los caracterizan.
La Santa Sede
y numerosos episcopados, entre ellos el nuestro, no han cesado de ofrecer
elementos normativos y puntos de referencia para la vida y la formación
diaconal y hoy en día es toda la realidad desde la visión doctrinal
fundamental, el consiguiente discernimiento vocacional y la preparación, vida,
ministerio, espiritualidad y formación permanente.
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