Crónica del Martes Santo

Después de varios años asistiendo a la salida de la Clemencia, que es la Hermandad de mi barrio, he decidido cambiar la hoja de ruta.

Por lo que me fui a ver la salida de la cofradía que se estrenaba en esta jornada, Humildad y Paciencia que en sus primeros pasos en su caminar en este día daba muestras de la seriedad y bien hacer que le caracterizó en la tarde del Sábado de Pasión. Desde mi punto de vista culminaron el trabajo realizado en las vísperas, también fueron algunos los alumnos del colegio de las Esclavas los que acompañaran al Cristo de su cole.

Desde la calle Medina nos fuimos hasta la Avda. Duque de Abrantes que era la calle por donde se encontraba la cofradía de la Clemencia, que este año ha incrementado el número de nazarenos, con un andar rápido avanzaban hasta llegar a la Calle Cádiz, magnífica revirá la que dió el paso, perfecta conjunción la que forman la cuadrilla de costaleros con la Agrupación de los Gitanos.

La acompañé hasta la esquina del Convento de Capuchinos donde la Cruz de Guía de la Defensión caminaba entre un mar de personas. A continuación salía la magnífica imagen del Cristo con la interpretación de su marcha, al término de la misma sonaron los sones clásicos de la Centuria Macarena. Detrás su Madre de la O, que iba andando muy bien, destacar lo bien vestida que iba la Santísima Virgen.

Por la calle Gaitán se adentraba el Señor Cautivo que iba de categoría acompañado por los sones de la Agrupación San Juan, entrando en esta calle se encontraba el Calvario del Cristo del Amor que estrenaba capataz.

Por la Por-Vera hacia lo propio la de los Judíos de San Mateo, que como siempre iba con su particular caminar, aunque la Cruz de Guía entraba en calle San Juan de Dios el Señor de las Penas se encontraba a la altura de la Victoria, mientras la Virgen del Desconsuelo se paseaba por la calle Ancha.

De ahí nos fuimos hasta la Plaza de la Asunción donde ví el paso de la Clemencia, Cristo de la Defensión y Cristo del Amor, luego nos dirigimos hacia la calle Molineros donde se encontraba la cofradía de Humildad y Paciencia a la que le faltaba poco para llegar al Templo de la Santísima Trinidad.

En la Capilla de San Juan de Letrán vimos el saludo del Señor de la Clemencia a los cofrades del Nazareno que allí esperaban a los de San Benito, por la Calle Por-Vera se acercaba a Capuchinos la hermandad de la Defensión.

Terminando la jornada viendo al Cristo del Amor por San Marcos donde las cornetas del Rosario de Cádiz le tocaron Refugiame y Pasión Muerte y Resurrección.


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