La hermandad del Santo Crucifijo de la Salud visita la capilla y anuncia una recepción especial al paso de la Virgen por San Miguel el domingo 


Hermandad de la Yedra. La hermandad del Santo Crucifijo de la Salud rindió ayer por la noche visita a Nuestra Señora de la Esperanza en su capilla para testimoniar su adhesión a la coronación canónica. En el encuentro se recalcaron las estrechas relaciones entre ambas corporaciones y los momentos que las han unido a lo largo de la historia, con San Miguel como eje de esa vinculación. 

 

El hermano mayor del Crucifijo, Luis Cruz, evocó la amistad que pervive desde siempre entre las dos cofradías pertenecientes a la misma parroquia. De hecho, este año la procesión sacramental de La Minerva, que convoca el Santo Crucifijo, llegó de forma excepcional hasta la capilla de la Yedra.

La cofradía de San Miguel ha donado, como testimonio de adhesión, devoción y confraternidad, los dos ángeles que figuran en la nueva corona de La Esperanza, que sostienen el elemento central de la pieza, un ostensorio con una cruz.

El hermano mayor de la cofradía de San Miguel entregó una patente enmarcada con el acuerdo de la junta de gobierno en la que se aprobaba la donación de las dos piezas de la corona. Los hermanos mayores de las dos cofradías de la Madrugada estuvieron acompañados por una nutrida presencia de hermanos, rezándose una Salve al término de la visita, no sin antes anunciar Luis Cruz que Nuestra Señora de la Esperanza tendrá un recibimiento muy especial el domingo, por parte de su hermandad, cuando en la procesión hacia San Lucas, llegue a la puerta principal de San Miguel.

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