Hoy es un día muy especial para mí, ya que cumplo 30 años haciendo estación de penitencia en la Hermandad del Perdón. Tan solo en una ocasión no pude realizarla en la Catedral, pero la hicimos en la Ermita, creo que fue en la Madruga de 2004.
Yo era de la Hermandad de las Viñas, donde salí unos años, pero mis padres me dejaban en la Parroquia de la Vid y se iban a presenciar el transitar de la cofradía del Perdón, por el Sanatorio de Santa Rosalia, pero un año me convencieron y en el año 1984 me vestí por primera vez con la túnica azul de monaguillo.
Encendiendo velas salí unos años, incluso de monaguillo también llevé algunos años la Cruz Parroquial, ya que los chicos que la llevaban se iban retirando por el camino. Como era muy delgado mi madre no me dejaba salir vistiendo la túnica de nazareno, mis padres me decían que salir de nazareno en el Perdon no era igual que en las Viñas, que no se podía hablar, comer ni beber y tampoco mirar hacia atrás, una vez me decidí a salir de nazareno tuve que dejar de ver las cofradias que salían en la Madruga jerezana, pero el sacrificio merecía la pena.
Llegar a Santa Ana en la tarde del Viernes Santo, era algo único, donde durante unos años la papeleta de sitio me la recogía mi tío Juan, que colaboraba de servidor y también me vestía es su casa del barrio de la Plata donde mi tía Isabel me esperaba. La soledad en un templo grande, el picar del antifaz motivado por la alergia y el transitar por esas calles solitarias y soleadas de los barrios aledaños a la Plata, hasta llegar al Sanatorio de Santa Rosalia, hacían que esas tardes de Viernes Santo fueran especiales, así como el caminar por la calle Francos peatonal.
Un momento emotivo era el llegar al entonces Sanatorio, donde los enfermos esperaban la llegada del paso donde iban el Cristo del Perdon y su Madre, en una ocasión vi como se caía al suelo un nazareno del calor.
El año 92, es importante ya que tras varios años intentandolo realizo mi primera estación como costalero, que al final tuve que dejar por problemas con la altura, este año coincidió con la primera salida en la Madruga, tambien fue el año en el que la Virgen del Perpetuo Socorro se quedo en Santa Ana, no se si este o el siguiente fue el del enorne paron en Santiago, mientras esperábamos la recogida de la Buena Muerte. Esos años tuve la suerte de que primo Manuel Salado Argudo mandaba el paso.
Ese mismo año empiezo a integrarme en el día a dia de la Hermandad, donde me encuentro con un
grupo joven magnífico y una hermandad en pleno auge.
También he vivido la salida en la Madruga con la responsabilidad de ser Director de Cofradía, de la
que se recuerdan muchas anécdotas y el vivir la salida con la responsabilidad de que todo saliera en condiciones, sobre todo el estar preparado para los problemas que surgieran.
Recuerdo la primera salida de la Ermita de Guia, que se quedo pequeña y el respeto que tuvieron mis hermanos ya que ninguno de ellos se levantó el antifaz, debido a la calor que hacia.
Cada vez que llueve me acuerdo de la Magna del año 2000, donde tuve la oportunidad de ser costalero, teniendo el honor de llevar a Tomás Sampalo como capataz.
El 2002 con la primera salida de la Virgen del Perpetuo Socorro, bajo palio y la lluvia que nos cayó desde la calle Larga hasta la Catedral, esperamos un poco y regresamos a nuestra Ermita.
Las salidas desde la Catedral por el tema de las lluvias era algo único, lo único malo eran las recogidas ya que teníamos que abandonar la Catedral deprisa y corriendo.
Solo pedirle a mi Cristo del Perdon y la Virgen del Perpetuo Socorro a que me ayuden para continuar más años por las calles de .Jerez, junto a ellos.
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