En primer lugar, en el informe se describen las tres fases de intervención en la iglesia de Santiago, según técnicos de la Junta, así como los costes estimados para cada una de ellas. De esta forma, la primera (que una vez concluida permitiría en su día la reapertura del templo) tendría un importe total restante (de lo que quedaría por ejecutar) estimado de 616.582,39 euros. El plazo de ejecución de esta fase de obra, una vez implantada la nueva empresa constructora, puede ser de unos 3 meses. La segunda fase es de actuaciones urgentes, pero no de emergencia, que en principio, no comprometen la estabilidad estructural del edificio. No existe proyecto redactado, tal sólo un informe técnico pormenorizado y valorado, por lo que será necesario la redacción del correspondiente proyecto de ejecución. Etapa que asciende a 584.427,03 euros, que también tendría 3 meses de ejecución. La tercera fase, también de tres meses de ejecución, incluiría la restauración de la fábrica de sillería, la renovación de las instalaciones de electricidad y sonido, la limpieza de elementos ornamentales y mobiliario, etc., valorada en 112.336,00 euros.
En base a estos tres apartados de la Junta, el informe del Ayuntamiento hace "una propuesta propia de mínimos" para la reapertura de la iglesia "que lógicamente no puede poner en compromiso la estabilidad estructural del edificio". Así, se propone una 'Fase A', valorada en 666.255,34 euros, con todas las obras pendientes de la 1ª fase, más algunas de la 3ª. De aquí "se eliminarían los honorarios por redacción de proyecto, ya que en nuestra humilde opinión, el aumento de presupuesto de obra, no implica la necesidad de hacer un nuevo proyecto ni de modificar el existente". También se señala una 'Fase B' que incluye las actuaciones previstas en la segunda fase más actuaciones de limpieza, reparación e impermeabilización de cubiertas de la 3ª fase, no incluidas en la 'Fase A'. Supondría una inversión de 626.553,02 euros. "Con la ejecución de las obras reseñadas, pensamos que debería ser suficiente para posibilitar el objetivo final de reabrir la Iglesia de Santiago al culto". "Además, -añade el informe- si las obras se financiaran por un promotor privado, no por la administración, el porcentaje de gastos generales y beneficio industrial previsto podría reducirse".
El informe señala que "esta propuesta de fases la ejecución de las obras pendientes de ejecutar, se plantea sobre todo, pensando en hacer más fácil abordar su financiación y reabrir el templo, y deberían ejecutarse lo más cercanas en el tiempo posible y, si fuera posible, lo ideal es que fueran simultáneas, ya que ahorrarían tiempo y algunos costes". Desde el Ayuntamiento apuntan que esta propuesta "deberá tener el visto bueno del arquitecto proyectista y la dirección de la obra, además del promotor y la propiedad, el Obispado".
Hay que recordar que desde la paralización de las obras (que comenzaron en noviembre de 2006), el templo está abandonado y ha sido objeto de varios actos de vandalismo y robo, tanto en el interior, como en el recinto de obra cerrado, sobre los medios auxiliares, maquinaria y herramientas de obra: cerramiento, casetas de obra, maquinaria, andamios, etc. El mismo informa advierte de que un edificio abandonado, sin uso, "con unos cinco siglos de antigüedad, entra en un proceso de degeneración y degradación progresivo y exponencial, al estar cerrado, sin ventilación y sin que se actúe sobre él, con las más mínimas labores de mantenimiento, que pueden hacerlo entrar en una situación de ruina técnica, aumentando los costes para su consolidación y restauración, en función del tiempo transcurrido".
De la edición digital de Diario de Jerez.
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