CAMINO DE TRES LEGUAS

El Rocío Chico y la Venida del Jubileo harán historia en apenas unas horas tanto en la aldea como en Almonte


Marcados en rojo, resaltados por la espera. Almonte arranca con ilusión las hojas del calendario de agosto. El momento de hacer historia se acerca. Nunca antes confluyeron tantas fechas reseñables para el devenir de la devoción a la Virgen del Rocío. El Rocío Chico y el traslado del Año Jubilar asoman a cada puerta recién encalada en el pueblo que se engalana para recibirla.. De hecho, el jueves se inició el triduo y hoy será el Rosario.. En sólo dos días, Almonte volverá a recorrer tres leguas.


Son las que separan el Santuario en El Rocío de la Parroquia de la Asunción. En dos días volverán a escucharse los sonidos de las escopetas a modo de salutación mariana, mientras el polvo que ha adquirido en el camino se combina con el cansancio y las lágrimas de devoción de perderse en un sendero salpicado de azulejos.


Antes, los almonteños apurarán El Rocío Chico. Su último día de triduo es esta noche, ocupando la Sagrada Cátedra Juan del Río Martín, obispo castrense y con las voces del Coro de la Matriz. Previamente, los nuevos hermanos habrán recibido la medalla que sólo portan los privilegiados hijos del pueblo que tiene a la Pastora como Patrona.

Las antorchas del Rosario iluminarán la espera a partir de las 00.00 horas. Un rosario que culminará con la salve y la posterior proyección de ‘Una luz en el Camino’, que mezclará un audiovisual proyectado en la blanca fachada de la Ermita y un espectáculo de pirotecnia.

El día más esperado comenzará temprano. Mañana, apenas el reloj marque las diez, dará comienzo la Solemne Función Votiva del Rocío Chico en el Santuario, presidida por el obispo de Huelva, José Vilaplana y cantada por la Coral de Pilas. La procesión Eucarística seguirá a esta ceremonia. Una vez que termine, los nervios se apoderarán de la aldea.

En cualquier momento de la tarde, se efectuará el salto y la salida de la Virgen, vestida de Pastora, estrenando casi en su totalidad el terno para tomar el camino que la lleva hasta el Altar del Pañito. Pasará por templetes, como el que ha instalado la Hermandad de Huelva, y por un mar de nieve blanca, confeccionado por las manos de Almonte. En el altar, se velará a la Virgen y se le pondrá el capote, para preservarla del polvo y la humedad de un camino de pinares y arenas, portarán sus enseres las Abuelas Almonteñas y el camino estará salpicado de momentos y vivencias, iluminado por focos y lleno de silencio y recogimiento.

Información y foto del Diario Digital El Periódico de Huelva.

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